
El Sábado pasado Marte, el planeta del deseo y la acción, despertó de su larga retrogradación en el signo de Aries. Vimos a Marte retrógrado a través de emociones iracundas, con tiempos veloces y ritmos ansiosos. Nos congeló en un tire y afloje de acciones mal hechas para elaborar la paciencia, la honestidad y la humildad. Los enojos fueron alarmas que determinaron un proceso de maduración personal: tomar decisiones responsables, pensar a largo plazo, dejar de omitir lo que incomoda. Mas que una torpeza errática, Marte directo en Aries es una acción sentida, deseada y concreta. Una intuición sagaz con flechazos certeros.
Durante toda esta semana Marte estará estacionario. Es decir que antes de volver su curso directo se quedará en el mismo lugar durante varios días. Así calentará sus motores para arrancar el 25 de noviembre. La temperatura se va subiendo con la ansiedad que provoca la sensación de tener que resolver todo lo que no se pudo hacer durante los últimos meses. La agenda se aprieta cada vez más. Por otro lado, tenemos a Venus en Libra cuadrando a Saturno y Júpiter en Capricornio: El placer que da percibir el equilibrio, el goce de la comunicación y la templanza tienen que hacer un acuerdo con la distancia y la austeridad que se presenta en el ambiente. Las restricciones e impedimentos son quizás respiros de para madurar. No sería la mejor idea volverse exigentes con los modales y los protocolos de cortejo. Sin embargo los compromisos estables tienen un valor erótico. Habrá que elegir una de todas las opciones que se presenten porque si no se corre el riesgo de perder toda la ganancia.
Esta semana, mientras el cuerpo comienza a cobrar vida y los deseos tienen más fluidez, Mercurio en Escorpio se opone a Urano. Confrontar ideológicamente a la autoridad corre como moneda corriente. Pero no serán todas las vertientes de pensamiento las que lleven a buen puerto. Si una corazonada palpita dentro tuyo, escuchala. Habrán palabras o conversaciones que accidentalmente calan muy profundo. A veces los cabos se atan solos y las fichas caen cuando el tiempo de maduración es el adecuado. Amiguense con lo diferente e incluyanlo como un vértice más de la normalidad. Lo inesperado tiene más información vital de la que esperabas. No conviertan el control en ansiedad, y la ansiedad en malhumor.
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